¿QUE ES EL CONOCIMIENTO?

La respuesta es sencilla, el conocimiento es VIDA PARA SIEMPRE. Conocer es poseer una intimidad que nos  produce una transformación. Acerca del conocimiento en Cristo en Juan 17:3 encontramos lo siguiente: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” Entonces el conocimiento de Dios, es vida eterna.

De acuerdo a este pasaje de la Biblia conocer a Dios es vida eterna, y solamente a través de la biblia y su estudio es cómo podemos conocer de Dios. El conocimiento es luz y como tal es revelación, encontramos en 2 Timoteo 1:10 lo siguiente: “pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio”

Dios en el espíritu del hombre es luz, es vida eterna, es conocimiento, es plenitud. Así como la oscuridad desaparece con la luz, así la ignorancia va diluyéndose con el conocimiento, la avaricia desaparece por la generosidad, etc.

Cuando el hombre alcanza por medio del entendimiento el conocimiento de Dios, su espíritu se alumbra, deja de pensar solo en él, deja de ser muerto, insípido, alegador, deja de ser avaro o  tacaño,  ignorante o falto de Dios. El conocimiento despierta a la conciencia del hombre. ¿Qué hace el conocimiento en mi espíritu? Hace desaparecer el sentimiento de separación entre Dios y yo. Al no existir separación, mi relación con Dios y con los demás se transforma en entender que soy uno con Dios y estoy unidad, con los demás y es donde el hombre comienza a experimentar el amor en plenitud. El espíritu siempre hablará conocimiento, es cuando se comprende Juan 17:17-21 “Santificados en tu verdad, tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos san santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la  palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”

Las palabras de Jesús aquí ilustran nuestro entendimiento, que el profetiza que seriamos uno con Dios y con los demás seres humanos.

Entender que soy uno con Dios, permite que todos los hombres sean alumbrados, recordemos que él es todo y en todos (1Corintios 15:28) Y estas luces de conocimientos nos permiten saber que: yo soy vosotros y que vosotros sois yo, que yo y vosotros somos el mismo ser en el mismo Dios, Efesios 3:17-19 dice: “para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios

                        ¿Qué ha mantenido con temor y alejado al hombre de las promesas de Dios?

                        La respuesta es simple: LA IGNORANCIA. Leemos en Oseas 4:6 establece “Mi pueblo fue destruido,   

                        porque le faltó conocimiento: por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y 

                        porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”



Si todos somos iguales, y yo estoy alumbrado, entonces, todos y yo somos lo mismo y nosotros uno con Dios, Romanos 12:5 dice: “así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos somos miembros los unos de los otros” Si Dios es la cabeza y nosotros su cuerpo entonces somos uno con Dios.



Sin conocimiento nunca llegaremos a ser todos lo mismo, en unidad espiritual, y jamás seremos la luz que debemos ser, nunca seremos dadivosos menos generosos, tampoco manifestaremos el poder del amor incondicional que es Dios quien es amor. Leemos en Tito 1:13-16 lo siguiente: “Este testimonio es verdadero, por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no atendiendo a fabulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra”



Al comprender pues, que todos somos el mismo ser, la misma idea, la misma unidad, la misma mentalidad, desaparece de nosotros toda disputa, todo egoísmo, toda avaricia, toda vanidad, etc. Pero sobre todo, es fundamental que el hombre comprenda su estado de unidad con el mismo Dios, caso contrario solo se conocería a Dios de habladas, como la inmensa mayoría de hijos de Dios en la actualidad.



Para entender que somos uno con Cristo debemos usar como medio el conocimiento que es sinónimo de salvación, por el contrario la ignorancia es sinónimo de maldición, leemos lo que afirma Pablo en Efesios 4:13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”



El conocimiento es la revelación y la sabiduría de su palabra. Sin conocimiento divino es difícil que podamos entender el inmenso amor de Dios. Con el conocimiento mi proceder se debe acomodar a mi Es importante entonces que andemos en el espíritu, Pablo lo menciona en  Gálatas 5:16 “Digo, pues, Andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne”



OSCAR ENRIQUE TENES PELLECER

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