Jesús, el Dios Hombre

por Gabriel Otero


Indudablemente el evangelio según San Marcos, ocupa un lugar de mucha importancia en el Nuevo Testamento. Recordemos que hubo un período de 400 años de ausencia en la cual la voz de Dios no se escuchó, es decir, entre el último libro del Antiguo Testamento y el primero del Nuevo Testamento. Pero ahora sí tenemos delante de nosotros este período en el cual podemos apreciar la obra de Dios y la presencia de Cristo aquí en la tierra.



Le agradó a Dios presentar la obra de Cristo a través de cuatro escritores no obstante que el Espíritu Santo manejó la pluma de aquellos que la escribieron. En el evangelio de San Mateo hemos visto a Jesús, el Rey Mesías. Ahora en el evangelio de San Marcos veremos la presentación de Jesús bajo otro aspecto. Digamos antes de seguir más adelante que el autor de este evangelio es Marcos mismo. De acuerdo al libro de los Hechos de los apóstoles Cap.12:12, Marcos era hijo de María de Jerusalén: "Y habiendo considerado esto, llegó a la casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos,..." Sabemos entonces que su nombre era Juan y tenía por sobrenombre Marcos, lo cual nos indica a la persona de la cual estamos hablando o sea el autor del segundo evangelio. Asimismo, de acuerdo al apóstol Pablo en su carta a los Colosenses Cap.4:10, Marcos era pariente de Bernabé. Leemos así: "Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido mandamiento; si fuere a vosotros, recibidle;..." Deducimos entonces que Marcos era sobrino de Bernabé quien fue el compañero de la primera gira misionera del apóstol Pablo. Tenemos pues estipulado y dentro de las perspectivas bíblicas, la relación histórica de Marcos que estuvo asociado con Pablo. En el libro de los Hechos Cap.12:25, leemos: "Y Bernabé y Saulo, cumplido su servicio, volvieron a Jerusalén, llevando también consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos." En el Cap.13:5, dice: "Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante." Vemos claramente que Marcos fue testigo vivo de algunas de las jornadas más gloriosas de la predicación

en la primera centuria.



La palabra clave de este evangelio que Marcos usó fue la palabra inmediatemente. Pareciera que para Marcos no debía haber ninguna dilatación en encontrar el camino de Dios, en obedecer a Dios, en seguir a Dios. Y por eso en su evangelio él usó en forma permanente y detallada la palabra inmediatamente. El versículo clave que podríamos marcar en este evangelio es el muy conocido versículo del Cap.10:45. Dice asi Jesús por la pluma de Marcos relacionándonos al propósito de su evangelio: "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos." Notamos entonces que el evangelio de Marcos nos habla de una función determinada de Aquel a quien a sí mismo se llama el Hijo del Hombre. Por consiguiente encontramos el título para la lección espiritual que quisiéramos traer para nosotros. Recordemos que Marcos dice en el versículo que hemos leído: "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido,..." La palabra Hijo del Hombre está con letras mayúsculas, lo cual nos da el título de nuestro estudio. Marcos presenta a Jesús como: "Jesus, el Dios Hombre". De ahí entonces que podríamos decir que si bien Mateo presenta a Jesús como el Rey Mesías, para el extranjero, para el que no conoce la historia judía, para el que no espera un Mesías a acuerdo a lo anunciado al pueblo de Israel, Marcos abre una nueva etapa, abre una nueva perspectiva y da al mundo luz acerca de la persona de Cristo. No desde el punto de vista como Mesías del pueblo judío, pero sí da a luz la idea de que aquí está el Hombre que vino a hacer, que vino a servir, que vino a cumplir aquel propósito de Dios ya anunciado. En otra palabra, diríamos que Marcos presenta a Jesus como el ejecutor el plan divino.



Veamos ahora algunas de las perspectivas de esa presentación que Juan Marcos nos hace acerca de Jesucristo. En Primer lugar, acerca de su preparación. Jesús, el Dios Hombre, preparándose. Esto se ve en el Cap.1:1-13. Lo primero que notamos aquí es que no encontramos una genealogía como la hemos visto en el evangelio de Mateo, sino que Marcos comienza de la siguiente manera: "Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas. Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalésn; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado. Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo." (Vrs.1-8) Al abrir el evangelio de Marcos, tenemos directlamente la presentación de Jesús, el Dios Hombre. Y esa presentación es hecha desde el punto de vista práctico. "Principio del evangelio" dice Marcos, sin más dudas que afirmar ese principio por la Escritura de acuerdo al libro de Isaías. Marcos trae una referencia de Isaías en donde en ese libro profético se nos anuncia que el Hijo del Hombre ha de ser anunciado antes que él se anuncie a sí mismo. Y dice que esa es para él la prueba suficiente de la preparación de ese Dios Hombre que ha de venir. En los Vrs.9-11, dice: "Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia." Vemos que en este Cap.1, Marcos nos abre la gran perspectiva de la preparación de ese Dios Hombre. En primer lugar, ha de ser anunciado por un profeta; en segundo lugar, es anunciado por el Padre; en tercer lugar, es probado por el Espíritu, pues en los Vrs.12-13, dice: "Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servian." Evidentemente Marcos es muy práctico, no nos da todos los detalles de

la tentación de Jesús que Mateo nos describe, pero sí nos da en una manera gráfica la preparación de Jesús. Desde el punto de vista profético, fue anunciado por el profeta Juan el Bautista; desde el punto de vista de Dios, fue confirmado por el Padre en su bautismo; y desde el punto de vista de su naturaleza humana, fue afirmado por la prueba de la tentación. Tres aspectos entonces de la preparación del Dios Hombre a través de la pluma de Marcos.



Ahora veamos el segundo aspecto de la introducción de Dios como hombre en la persona de Jesús que nos detalla el evangelista desde el Cap.1:14 al Cap.8:30: Su obra. Jesús comenzó llamando a cuatro pescadores de acuerdo al Cap.1:17-18: "Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron." Notamos que su obra primeramente es llamar a aquellos hombres y mujeres que él tiene en su gran sabiduría asignados; llamarlos al arrepentimiento y a seguirlo. Esa es la primer obra de Dios. El está llamando a aquellos que han de venir a su reino, y lo hace a través de ese llamado que Jesús extiende con su palabra. En la epístola a los Hebreos Cap.1:1, se nos dice que en los postreros tiempos, Dios nos habla a través de su palabra y de la palabra de su Hijo Jesucristo. Y efectivamente el Señor en forma práctica nos muestra en el evangelio de Marcos que su obra fue primero la de llamar a aquellos que han de ser parte del reino de Dios. En segundo lugar, su obra es la de sanar, la de restablecer al hombre a la posición natural que tenía. En el Cap.1, Jesús ve a un hombre que tenía un espíritu inmundo Vrs.21-28); sana a la suegra de Pedro (Vrs.29-31); sana a un leproso (Vrs.40-45). Jesús recorre Galilea predicando y muchos son sanados. En el Cap.2, Jesús sana a un paralítico (Vrs.1-12). En el Cap.3, Jesús sana al hombre de la mano seca (Vrs.1-6). En el Cap.4, nos hace referencia a la parábola del sembrador (Vrs.1-20). En el Cap.5, vemos al endemoniado gadareno que es sanado (Vrs.1-20); la hija de Jairo es resucitada; y la mujer que tocó el manto de Jesús recibió sanidad. Notamos entonces que en estos pequeños pasajes de los capítulos 1-5, la obra de Jesús no sólo llamando, pero también sanando. Y finalmente vamos a encontrar que también obra alimentando o sea satisfaciendo nuestras necesidades. En el Cap.6, vemos que Jesús alimenta a cinco mil personas (Vrs.30-44); Jesús anda sobre el mar; y muestra que su poder sobrepasa todo el poder humano y que tiene control sobre las necesidades de este mundo (Vrs.45-52). Notamos entonces que ese Dios Hombre que nos presenta Marcos, obra, y obra llamando a los hombres de este mundo; obra sanando a los hombres de todo mal físico, señal de que también sana nuestro mal espiritual. Y finalmente obra alimentando nuestras necesidades. ¡Qué cuadro magnífico el de Marcos! ¿Verdad? Presenta al Dios Hombre cumpliendo y satisfaciendo las necesidades del ser humano.

Luego Marcos pasa al Cap.8:31, donde nos habla del Dios Hombre rechazado: "Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado de los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días." Notamos en este pasaje de las Escrituras que Jesús describe enteramente el plan que le espera para su vida. Da a conocer la posición que realmente debe enfrentar en el futuro. No sólo Jesús nos muestra su preparación, nos muestra su obra, sino que nos muestra el rechazo a su persona. El dice, ha pesar de todo lo que he hecho, a pesar de lo que haré, a pesar de mi plan, a pesar de la revelación divina, de cada una de mis obras, habrá rechazo de mi persona, de mi obra y terminaré en la cruz del madero. ¡Qué paradoja tan grande! ¿verdad? Sin embargo, el Dios Hombre es práctico y avisa a sus seguidores del futuro que le espera y de aquello que está delante suyo. ¿Nos damos cuenta de esto? ¿Tenemos realmente noción de lo que estamos viendo? Jesús como hombre; tomó cuidado de que aquellos que le seguían pudieran entender y seguir paso a paso esas alternativas y poder de esa manera asimilar el plan de Dios que conducía a la cruz. Notemos que Jesús como hombre fue rechazado. Y diríamos, ¿terminó todo allí como leímos en el Vr.31? ¿Tanto trabajo, tanta dedicación, tanta obra realizada, la de llamar, la de sanar, la de alimentar; tanto trabajo hecho para que todo quede en la nada? ¿No habrá posibilidad de victoria? ¿Ha quedado todo en ruinas? ¿Tres años y medio gastados para no tener resultados? No, de ninguna manera.



El evangelio de Marcos nos habla también que este Jesús, el Dios Hombre, no solamente fue rechazado, sino que se levantó victorioso. En el Cap.16:1-8, leemos: "Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, Maria la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol. Pero decían entre si: ¿Quién nos moverá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande. Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar donde le pusieron. Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo. Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo." Notamos entonces que el sepulcro no pudo contener al Dios Hombre, y entonces ahí está la victoria. Jesús resucita y Marcos no se guarda esta narración, sino que la expresa también. Hay muchas cosas que no se encuentran en este evangelio de Marcos, pero las que están escritas las coloco para que sepamos que Jesús el Dios Hombre no terminó en la cruz del calvario, sino que después de la resurrección, y de hablarles a sus discípulos, fue recibido en el cielo donde está sentado a la diestra de Dios intercediendo por nosotros.



Jesús, el Dios Hombre. En primer lugar, su preparación: Fue anunciada por Juan el Bautista, el profeta; fue anunciada por el Padre, confirmada por Dios y fue afirmada por su obra de victoria sobre la tentación. Jesús, el Dios Hombre, obrando: Obró llamando a hombres al arrepentimiento, obró sanando las heridas del pecado, y obró alimentando la sed espiritual del alma aangustiada. Jesús, el Dios Hombre, rechazado: Rechazado por la incredulidad, rechazado por la incomprensión, y rechazado por la dureza del corazón humano. Jesús, el Dios Hombre, victorioso: A través de una resurrección imposible de imitar, pero posible de creer y posible de tener si estamos en él.



Quiera Dios que esta explicación breve de este evangelio, lleve a nuestra vida un mensaje de esperanza y de victoria. Si estamos desalentados porque no nos entienden, pensemos cuántos no entendieron a Jesús. Si estamos desalentados porque trabajamos y pareciera que no viésemos frutos, ¿qué nos parece la obra de Jesús? Después de tanto tiempo, como dice Marcos, después de tanta obra, fue mal entendido y fue puesto a un lado. Alentémonos en una sola esperanza, en esa esperanza de la victoria de la resurrección. Y permítannos cerrar el evangelio de Marcos con las palabras de Pablo a la iglesia de Corinto. En 1.Corintios Cap.15:58, dice: "Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano." Dios nos bendiga para que esto sea una realidad.


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