Dios Todopoderoso

por Dr. Dayron Guillen

Toda persona que piensa puede ver fácilmente que un poder soberano rige su vida. Jamás se le preguntó si deseaba nacer o no, o cuando, o dónde, o qué había de nacer, hombre o mujer; si blanco o negro, si en el siglo XX o antes del diluvio, si en América o en China,.
            Los creyentes de todas las épocas han reconocido a Dios como el Creador y Soberano del universo, y por consiguiente, como la fuente de todo poder que se encuentra en las criaturas. Por lo tanto nada puede acontecer aparte de su soberana voluntad. Cuanto más meditamos en esta verdad, tanto más descubrimos que conduce a razones que establecen nuestra posición doctrinal.
            Dios por ser el creador de todo lo que existe, es también, por lo tanto, el dueño absoluto y el que dispone de todo lo que ha hecho. El ejerce no sólo una influencia general, sino que efectivamente gobierna al mundo que ha creado. Las naciones, insignificantes a los ojos de Dios son como "el polvo de la balanza" comparadas con su grandeza, y más fácil fuese que el sol se detuviese en su curso que verse obstaculizada su labor o su voluntad.
            En medio de todas las aparentes derrotas, e inconsistencias de la vida, Dios prosigue adelante en imperturbable majestad. Aún las obras pecaminosas de los hombres ocurren sólo porque él las permite. Y puesto que el permite, no involuntariamente, sino voluntariamente, todo lo que sucede, inclusive los hechos y el destino final de los hombres, por lo tanto, todo procede a lo que él ha deseado y a lo que se ha propuesto.
            En la medida que se niegue esta realidad quedará Dios despojado de su Soberanía. Claro está, 'algunos problemas surgen aquí los cuales no podemos resolver debido a nuestro grado de conocimiento presente; pero eso no es causa suficiente para rechazar lo que las Escrituras y los dictados de la razón afirman ser cierto.
            Si el poder de un rey terrenal es ley en su reino, ¡cuánto más la Palabra de Dios en el suyo! El creyente sabe que el día se acerca, cuando, de buena o mala gana, toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Cristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. -Fil. 2:10.
            Las Escrituras presentan a Dios como El Dios Todopoderoso, como el que tiene en su mano el dominio universal y que conoce el fin desde el principio y los medios que han de usarse para lograr dicho fin.
            El puede hacer por nosotros mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos. Es decir, la categoría de lo imposible no existe, "para quien todas las cosas son posibles " (Mat.19:26; Mr.10:27).
            No obstante, esto no significa que El tenga poder para hacer aquello que es contrario a su naturaleza, o para actuar en forma contradictoria. Es imposible, que Dios mienta, como que dos y dos sumen cinco. Su omnipotencia es garantía segura de que el curso del mundo será conforme a su plan, del mismo modo que su Santidad es garantía de que todas sus obras serán hechas en rectitud.
            La doctrina de la Soberanía de Dios se encuentra desarrollada de manera consistente no sólo en el Nuevo sino también en el Antiguo Testamento, "Jehová se sentó como rey para siempre" Sal. 29:10. Los escritores de esta parte de la Biblia rara vez usan expresiones tales como "llueve", de manera instintiva hablan de Dios como el que envía la lluvia.
            La posibilidad de accidente y casualidad no existe y aún "echar la suerte" era un medio aceptado de obtener la decisión de Dios (Jos.7:16; 18:6; 1Sam.10:19; Jon.1:7). Todo sin excepción está bajo su control, y su voluntad es la razón fundamental de todo lo que acontece. El cielo y la tierra y todo lo que en ellos hay son los instrumentos a través de los cuales él lleva a cabo sus propósitos.
            La naturaleza, las naciones, y la fortuna de cada ser humano, presentan en todos sus cambios, la fiel expresión de su propósito. Los vientos son mensajeros, las llamas de fuego sus ministros: cada suceso natural es obra suya. La prosperidad es obra suya, y si la desgracia llega a la vida del hombre, es el Señor que lo ha hecho (Amós. 3:5,6; Lam. 3:33-39; Isa. 47:7; Ecl. 7:14; Isa. 54:16).
            El dirige los pasos de los hombres, quiéranlo estos o no. El enaltece y abate, ablanda el corazón o lo endurece. Y crea los mismo pensamientos e intenciones del alma. Y ¿rehusaremos creer que Dios pueda convertir a un pecador cuando le plazca? ¿Será que el Todopoderoso, el Omnipotente Soberano del Universo no puede cambiar el carácter de las criaturas que ha creado?
            El cambió el agua en vino en Caná, y convirtió a Saulo de Tarso, en el camino a Damasco. El leproso dijo: "Señor, si quieres, puedes limpiarme", y a su palabra la lepra desapareció. Ciertamente Dios puede limpiar el alma tan fácilmente como el cuerpo.
            Creemos que Dios, si quisiera, muy bien podría movilizar un ejército de ministros, misioneros, y obreros cristianos de distintas clases, de tal manera que el mundo entero quedaría convertido en muy poco tiempo.
            Si en realidad Dios quisiera salvar a todos los seres humanos, podría enviar al mundo, huestes angelicales con el propósito de instruir a la humanidad y de ejecutar obras sobrenaturales.
            De hecho El mismo, podría actuar de tal forma maravillosa en el corazón de cada persona para que nadie se perdiera. Y porque el mal existe sólo porque él lo permite, si deseara, podría hacerlo desaparecer del universo. Su poder para hacer todas estas cosas, fue claramente visible en la obra que ejecutó el ángel de destrucción que en una noche mató a todos los primogénitos de los Egipcios. (Ex.12:29).
            Y, en otra noche dio muerte a 185,00 del ejército Asirio (2Rey. 19:23). También fue demostrado cuando Ananías y Safira cayeron muertos repentinamente (Hech. 5:1-11), y cuando Herodes murió comido de gusanos (Hech. 12:23). Dios no ha perdido nada de su poder, y es deshonroso en gran manera suponer que el está luchando de continuo con la raza humana, tratando de hacer lo más que puede sin poder lograr sus propósitos.
            Aunque la soberanía de Dios es universal y absoluta, no es la soberanía de un poder ciego. Al contrario, dicha soberanía está unida a su infinita sabiduría, santidad y amor. Y esta doctrina, cuando es bien comprendida nos trae gran consuelo y seguridad.
            La idea que abrigan la gran mayoría de personas hoy en día, sean religiosos o no, de que los propósitos eternos de Dios pueden, en algunos casos al menos, ser derrotados, y que el hombre, que es no sólo una criatura sino una criatura pecadora, puede obstruir los planes del Todopoderoso, se contrasta de manera impresionante con la idea Bíblica de la inmensurable exaltación de Dios, la cual lo exime de toda debilidad humana.
            El que los hombres no siempre puedan llevar a cabo sus planes se debe a su falta de poder, o a su falta de sabiduría, pero puesto que Dios posee todos estos recursos y otros más de manera ilimitada, ninguna emergencia puede surgir. El suponer que sus planes puedan fallar, y que sus esfuerzos se puedan malograr, es degradarlo al nivel de sus criaturas.
 
PRUEBAS BIBLICAS
            Dan. 4:35, El hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿qué haces?
            Jer. 32:17, ¡Oh Señor Jehová! He aquí que tu hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti.
            Mat.28:18, Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
            Efe. 1:22, Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.
            Isa.14:24,27, Jehová de los ejércitos juró diciendo: ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado.... Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, y ¿quién lo impedirá? Y su mano extendida ¿quién la hará retroceder?
            Isa. 46:10,11, Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mi, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero... y hablé, y lo haré venir; lo he pensado y también lo haré.
            Gén. 18:14, ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?
            Job. 42:2, Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconde de ti.
            Sal.135:6, Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
            Sal.115:3, Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho.
Is.55:11, Así que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
            Rom.9:20,21, Mas antes, oh hombre, ¿quien eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso de honra y otro para deshonra.
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Dr.Dayron Guillen
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