TEMA: GALARDÓN ETERNO PARA LOS HIJOS DE DIOS.
Texto bíblico: Mateo 5: 11-12

INTRODUCCIÓN
Esta bienaventuranza se comenta a reglón seguido de la anterior, la cual dice: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:10). La que compete para hoy es: 11Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros” Se advirtió en la bienaventuranza pasada  que, padecer no es signo de ser hijo de Dios; pero sí se aclaró que Cristo habló de un padecimiento genuino, el cual se manifiesta en los verdaderos creyentes; es decir, aquellos que por causa del Salvador sus vidas han sido objeto de persecución en algún momento de su peregrinar santo.
Para mayor precisión en cuanto a esta enseñanza se deben señalar algunas palabras que se consideran claves para la comprensión de la misma; a saber, os vitupere,  os persigan, toda clase de mal contra vosotros, mintiendo  Gozaos, galardón y por último los profetas como ejemplos. Estimado hermano, nuevamente se formulan preguntas para inquietar la consciencia del militante del reino de Cristo. ¿Ha sido vituperada y perseguida la iglesia de Cristo en su peregrinar histórico?  ¿Cree usted que siempre ha sido por la causa de Cristo? ¿Se goza usted cuando el nombre de Cristo es ensalzado en toda la tierra? ¿Es motivado usted por el galardón en los cielos o por cosas de este mundo? ¿Medita usted en la obra histórica de Dios al preservar los profetas en medio de las amenazas de este mundo? Estas y más preguntas se pueden formular al considerar las riquezas del pasaje que se pretende desarrollar con la ayuda del Señor.

El Señor Jesucristo continúa su enseñanza a sus discípulos diciéndoles que son bienaventurados o dichosos cuando son injuriados falsamente; porque predican, enseñan el vivir cristiano y porque no comulgan  con los asuntos de mundo. Nótese que no es cualquier injuria  o crítica, sino por la causa del Señor de gloria. Se sabe que muchas personas han sido injuriadas, vituperadas y maltratadas, aunque ello no es por la causa del evangelio; sino por su propio mal, por su actuar desmedido o, dicho de otro modo, por  ser hijos de las tinieblas. Ahora bien, se debe anotar que el hecho de que los creyentes manifiesten gozo o alegría en medio de cualquier ataque de los enemigos de Dios, no es por razón de alguna virtud inherente en ellos; no, es mas bien, el Espíritu que está en éstos quien  los capacita y los sostiene para soportar todo tipo de mal. “Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado” (I Pedro 4:14). Si se sigue el tenor del apóstol Pedro aquí, se debe concluir que el gozo o la alegría que  es en un cristiano por causa de su Señor; finalmente debe ser para la gloria de Dios. Porque los impíos no glorifican a Dios, sino que blasfeman su Santo nombre. Véase algunos casos donde se observan las rudezas del mundo hacia los hijos de Dios. Precisa advertir aquí, que los asuntos que acontecen al pueblo de Dios están fijamente bajo el control soberano de Él; desde luego que las cosas que proceden del pecado no son de Él, sino del hombre caído desde el Edén. Léase. Isaías 45: 5-7; Santiago 1:13; Génesis 3. ¿Por qué los profetas son dechado para nosotros? Véase los siguientes casos en la Biblia:
He ahí, un caso de insultos por parte de los hombres que viven en ceguera espiritual. “28Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. 29Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea. 30Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. 31Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye. 32Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. 33Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer. 34Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron” (Juan 9: 28-33). El hombre sin Dios no discierne los asuntos espirituales (I Cor.2:14) sino que los contradice. Jesús durante su ministerio realizó muchas señales para mostrar su poder y su gloria en medio de un mundo terrenal; lo hizo públicamente y, sin embargo, los ciegos espirituales no lo entendieron; por consiguiente se dedicaron a blasfemar el nombre de Dios y criticar a los que habían recibido bienes espirituales; es el caso de los fariseos en el contexto de Juan capítulo 9: 13-33.
Los improperios contra el Mesías también fueron asuntos de primera mano. “48Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio? Una y otra vez fue insultado y cuestionado Jesús durante su ministerio, nuevamente se ve como blasfeman de su propio nombre, al compararlo con el mismo Satanás. Así que  todo  concluye a lo que  Cristo mismo dijo: “20Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra” (Juan 15:20). ¿Le han vituperado o insultado o hecho sentir mal porque es cristiano? ¿Cuál es la reacción suya frente a todas esas críticas? ¿Se acuerda usted que en medio de ese soportar se debe manifestar la gloria de Dios y no la fortaleza o la templanza suya?
A continuación se citarán algunos pasajes bíblicos   para que cada uno sea escudriñado según su contexto.
Lucas 21:13. Estúdiese a la luz de la gran comisión de la iglesia.
Hebreos 11:36-40. Recuérdese los propósitos de Dios en cada situación y también su soberanía al hacer todas las cosas para su propia gloria.
Jeremías fue sujeto a malos tratos. Léase Jeremías capítulos: 12; 20; 36; 37, 39 y 43.
Ezequiel 2:6; 20:49; 33:31-32.
A Amós le dijeron que se fuera a otra parte con el evangelio: Amós 7:10-13.
Estos entre otros pasajes que se encuentran en las Escrituras nos señalan la enemistad de los hombres para con Dios; pues, es sabido que el ser humano por naturaleza rechaza y odia las cosas espirituales; claro,  la verdadera espiritualidad que es producida a partir de un nuevo nacimiento gestado por Dios mismo.

Para terminar, todos lo que sucede al pueblo de Dios, ya sea insultos, vituperios, rechazos, aislamiento u otras cosas, mientras sean por causa de Cristo, finalmente son para la gloria de Dios y el proceso santificador de Su iglesia. “18Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” “17Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (Romanos 8: 18; II Corintios 4:17-18). En todo lo anterior, que Dios os dé entendimiento para comprender todas las cosas según su voluntad y así glorificarle a Él en todo. A Él sea la  gloria por los siglos de los siglos.







Su servidor, Rafael Correa Vargas. Agosto de 2009.
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