La era

La era esta pariendo un corazón,
No puede mas se muere de dolor
Y hay que acudir corriendo pues se cae el porvenir
En cualquier selva del mundo
En cualquier calle
Debo dejar la casa y el sillón…

Tengo frente a mi la letra de la canción de Silvio Rodríguez “La era esta Pariendo un corazón” , me conmueve cuanto entusiasmo, me imagino lo que sintieron los que primero oyeron dicha canción; era una época dorada en nuestra patria, hacía poco que se había librado de una cruel dictadura que la sumió en la miseria.
El corazón murió;  a algunos se les puso duro,  a otros simplemente frío debido al rumbo que cogió la era.
Años (que digo años, décadas) completamente siendo (o aparentando ser) el paraíso perdido por nuestros padres, Cuba perdió el encanto de antaño pero junto a esta pérdida encontró otros enemigos, la jocosidad, parte indispensable de la personalidad cubana fue suprimida por la pesadez, la falta al respeto, la imagen ridícula de lo que no se puede decir o hacer, y todo en medio de un montaje mal diseñado,  “la lucha” vino a ocupar el lugar del trabajo honrado y merecedor de una buena retribución, “el sálvese quien pueda” vino a robar el lugar de la solidaridad y amor familiar, “el todo esta inventao” vino a sofocar al osado cubano común, maestro en desarrollar habilidades en beneficio propio o común.
Los que nacimos en la generación de los 70 miramos con nostalgia como se nos han ido los mas preciosos años de la juventud en ese lodazal. Los que tenemos ya hijos oramos para que la era nuevamente de a luz, pero que su criatura la salvemos, que no muera victima del los achaques y el desamor, que junto al regazo de la esperanza y la fe crezca llena de vida y colme los sentimientos y corazones de un pueblo que muere.
Cambios en Cuba, así anuncia nuestro órgano oficial, el periódico Granma, ya era hora de enfrentar estos cambios pero necesitamos lideres con la visión bien puesta en lo que esta delante, no es traidores que quieran vender la patria lo que queremos, no es rechazar todo lo bueno que hemos logrado, es perfeccionar lo que nos ha salido mal y nos ha hecho ponernos en desventaja con otra naciones del mundo.
Por otra parte los cristianos como portadores de la visión del reino de Dios debemos influir trayendo sobre las conciencias principios y valores propios de una nación que ha convulsionado moralmente.
Tiempos de cambios, la era nuevamente nos visita, quizás nunca nos dejó de visitar solo que no fue bien recibida.
No importa ya cual ha sido nuestra responsabilidad, solo importa lo que queda delante, esforcémonos pues por sacar lo mejor que aun queda en nuestros corazones. Decía Che Guevara “que la dureza de nuestros tiempos no nos haga perder la ternura de nuestros corazones”.
Los cristianos desde la trinchera de la oración, enfrentemos los cambios con sabiduría, pues parece que la era tiene sorpresas.
Joyce Álvarez León
IPO “La Providencia”
Cienfuegos
9 de mayo de 2008

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